El panorama de las energías renovables

Con una previsión de 244 000 millones de dólares en 2027, el sector de la energía solar está en pleno auge.

Con una previsión de 244 000 millones de dólares en 2027, el sector de la energía solar está en pleno auge. A medida que iniciativas mundiales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible del Pacto Mundial de las Naciones Unidas y la COP28 dan prioridad a la transición hacia fuentes de energía renovables como la solar, el panorama energético se está transformando. Las infraestructuras de apoyo, como los sistemas de almacenamiento de energía en baterías, se incorporan ahora habitualmente a los proyectos comerciales y a escala de red para contrarrestar el carácter de «usar o perder» inherente a la generación de energía renovable.

Luz verde a la inversión

Con la inversión en máximos históricos y la aprobación de proyectos cada vez más grandes, la fiabilidad y longevidad de estas instalaciones cobra mayor importancia.

Europa lleva mucho tiempo a la vanguardia en la adopción de energías renovables. Iniciativas como el Pacto Verde Europeo reflejan las ambiciosas metas de la Unión Europea en materia de neutralidad de carbono e impulsan las inversiones en tecnologías e infraestructuras de energías limpias. Alemania, España, Polonia, los Países Bajos y el Reino Unido han puesto en marcha proyectos de gran envergadura. Los permisos de planificación de parques solares han permitido aumentar la capacidad en MW: los pocos parques de 100 MW propuestos hace apenas cinco años han pasado a ser la norma y no la excepción. Además, se calcula que 38 GW de la capacidad de generación tradicional europea están llegando al final de su vida operativa, lo que podría suponer un gran impulso para las energías renovables y los proyectos asociados.

Oriente Medio, pese a ser un gran productor de combustibles fósiles, también está diversificando su combinación energética. Los Emiratos Árabes Unidos, país anfitrión de la cumbre internacional sobre el cambio climático (COP28), ofrecen energía solar a precios casi un 50 % más baratos que la media mundial, pero sus grandes reservas de petróleo son un activo importante para la economía y la posición global del país. Disponen de espacio para instalaciones a gran escala: el mayor proyecto solar del mundo se encuentra en Noor (Abu Dhabi), mientras que Arabia Saudí, también gran exportador de petróleo, ha anunciado The Line, una ciudad sin coches ni emisiones, alimentada por energías renovables, un proyecto de construcción a una escala nunca vista. Sin embargo, The Line ya se ha reducido y, aunque invertir en estos proyectos genere una buena imagen para los gobiernos, ¿hay suficientes incentivos para que el ciudadano de a pie se pase a las renovables cuando los combustibles tradicionales siguen siendo tan baratos?

África también está adoptando la energía solar, una opción obvia para el «continente del sol», que recibe más horas de sol al año que ningún otro. Sin embargo, la Asociación Internacional de la Energía (AIE) ha revelado que la región solo cuenta con un 1 % de capacidad de generación solar debido a los problemas de infraestructura derivados de la falta de inversión en la red subyacente. Está prosperando como solución a escala doméstica y comercial, pero actualmente los proyectos a escala de servicios públicos van a la zaga. No obstante, esto también está cambiando, como reflejan los proyectos a gran escala en Mauritania, e incluso el ambicioso proyecto de cable de interconexión Xlinks que generará energía solar en Marruecos para transportarla y utilizarla en el Reino Unido.

¿Qué significa esto para las infraestructuras de cableado?

A medida que se integra más energía solar en la red, la infraestructura de cableado existente debe ampliarse y optimizarse, e incorporar tecnologías de almacenamiento en baterías y de red inteligente para garantizar que esa energía esté disponible en el lugar y el momento necesarios. No se trata de una tarea fácil, ya que históricamente ha estado infrafinanciada y ha tenido que sortear rutas de acceso para el tendido de cables a través de terrenos de propiedad privada y eludir retos ambientales.

Los propios paneles solares son relativamente sencillos desde el punto de vista de la infraestructura de cables. Paneles fotovoltaicos encadenados fijos en el terreno. A lo largo de su vida útil (en el Reino Unido suele ser de 25 a 30 años), estos paneles y los cables que los conectan deben soportar una exposición prolongada a la intemperie: ciclos repetidos de radiación UV, fluctuaciones de temperatura, humedad (y a veces la inmersión total o temporal: clasificación AD8). Todos estos factores pueden variar en función de la geografía del proyecto, por lo que los cables deben personalizarse para adaptarse lo mejor posible.

La red amplia de plantas solares y la red oculta bajo el terreno pueden suponer un reto mayor. Es imprescindible acertar tanto en lo que respecta a las especificaciones como a la calidad y la conformidad, ya que el acceso para obras posteriores es limitado. Si hay que devolver el terreno a su estado actual al final del arrendamiento, un mantenimiento y una intervención mínimos en el periodo intermedio son clave para el éxito comercial. Las plantas solares generan energía en CC, lo que significa que hay que instalar inversores para cambiarla a CA para su distribución o uso. A la inversa, la demanda de rectificadores (para convertir la CA en CC) aumentará para satisfacer la creciente necesidad de cargar baterías para el almacenamiento de energía a gran escala. La transmisión y distribución se realiza actualmente a través de una red de media tensión (30 kV/10 kV en toda Europa, 33 kV/11 kV en el Reino Unido) mediante cables, normalmente enterrados directamente en el suelo o en conductos de cables enterrados. Deben ser resistentes a la abrasión, ofrecer un bloqueo de agua adecuado para el entorno y estar fabricados con los más altos niveles de calidad para garantizar una vida útil superior a 25 años. Es probable que también haya que construir subestaciones y transformadores en función de la distancia al punto de integración en la red. En el futuro, sobre todo en el Reino Unido, la energía podría pasar a la red de transmisión a 275/400 kV, pero esto plantea otros problemas de infraestructura. En cualquier caso, se trata de una red en gran parte oculta pero esencial para el despliegue efectivo de la energía generada.

¿Qué depara el futuro a los proyectos solares?

La integración de nuevas tecnologías para optimizar el uso de las energías renovables nos ha hecho avanzar un paso más en la transición mundial hacia la energía verde. El uso creciente de las tecnologías de IA y de blockchain ha ayudado a estabilizar y optimizar la red en general, mientras que las soluciones de almacenamiento en baterías son la manifestación práctica del resultado. Esto se suma a las políticas de apoyo de los gobiernos, ya que los países se centran en cumplir las metas del Acuerdo de París.

También se están produciendo cambios en los materiales: se reduce la cantidad de acero necesaria en los soportes y se exploran cambios como las celdas de perovskita, que se alejan de las tradicionales celdas de silicio de los paneles fotovoltaicos.

El número de instalaciones a escala industrial y comercial también ha aumentado sustancialmente al reducirse los costes de inversión, lo que permite una amortización más rápida y una mayor seguridad energética en un momento de precios volátiles. Del mismo modo, las instalaciones domésticas de bajo coste, sobre todo en los países en desarrollo, contribuyen a la autosuficiencia y permiten cargar baterías de teléfonos móviles y radios, así como encender la luz, algo que cambia las reglas del juego para muchos.

Sin embargo, para que la energía solar se convierta en la fuente de energía dominante en 2050, tal y como se espera, la infraestructura de cableado invisible debe ser segura y capaz de soportar el crecimiento imparable de la generación de energías renovables. Todo sigue girando en torno a la necesidad de contar con redes eléctricas estables y de aumentar la capacidad de las cadenas de suministro para llevar a cabo estos nuevos proyectos. El panorama de la transmisión de energía implica grandes inversiones en infraestructuras para las redes de transmisión y distribución y el cambio hacia un cableado cada vez más subterráneo en lugar de líneas aéreas. En resumen, el cable de alta tensión y media tensión de alta calidad tendrá una demanda sin precedentes hasta 2050. Se trata de un sector en crecimiento en el que estamos orgullosos de desempeñar un papel clave.

 

 

Icon - Linkedin Colour Icon - Twitter Colour Icon - Instagram Colour Icon - Facebook Colour Icon - Youtube Colour