Camiones eléctricos: el paso siguiente a los vehículos eléctricos

Las empresas pioneras en el mercado de vehículos eléctricos están presentando constantemente innovaciones y nuevas ideas. Uno de los conceptos más recientes y más innovadores es el de vehículos eléctricos de larga distancia. Aunque los camiones diésel solo representan un pequeño porcentaje de los vehículos de motor, son responsables de casi un tercio de las emisiones de CO2 de los vehículos. Esto los convierte en un objetivo efectivo de las estrategias para combatir el cambio climático y, dadas las enormes ventajas económicas y medioambientales, los argumentos a favor de los camiones eléctricos de larga distancia son más sólidos que nunca.

Los camiones de carga pesados alimentados por baterías solían tener un papel limitado en las estrategias contra el cambio climático debido al intenso uso de energía y al alto coste de las baterías. Los investigadores han descubierto que el uso de baterías más pequeñas sería un factor importante para la competitividad económica de estos camiones. No obstante, el problema principal que obstaculiza la viabilidad de los camiones eléctricos es la escasez de estaciones de carga. La implicación de que se necesitaría una infraestructura de carga rápida paneuropea para los vehículos eléctricos personales hace más viable la electrificación generalizada de los camiones. Además, los argumentos a favor de los camiones con baterías pequeñas serán mucho más sólidos cuando haya más puntos de carga rápida disponibles. Esto podría servir como incentivo para que los responsables de las políticas y el sector privado se centren en expandir esta infraestructura para fomentar la aceptación de los vehículos eléctricos como parte de los planes nacionales de descarbonización.

Muchos de los mayores fabricantes de camiones del mundo (Ford, Volvo y Scania, por mencionar unos pocos) prometieron en diciembre de 2020 que dejarían de producir camiones diésel a partir de 2040, aunque su mayor preocupación era el «acceso a redes eléctricas con la capacidad adecuada». A su vez, la asociación de fabricantes europeos ACEA y la organización de protección del medio ambiente T&E han anunciado recientemente el objetivo de tener instalados 11 000 puntos de carga para camiones eléctricos en 2025 y los planes de que la red haya crecido hasta 42 000 puntos de carga en 2030. El beneficio económico de que estos camiones se desplieguen satisfactoriamente sería enorme para la propia industria. Los investigadores han hallado que el coste de propiedad de un camión eléctrico es de un 13 % menos por kilómetro, con un ahorro neto promedio de alrededor de 200 000 USD durante el tiempo de vida del camión, cifra que se prevé que aumente al 50 % por kilómetro. Indica una oportunidad enorme para los servicios de flota y los camiones eléctricos en un futuro próximo y previsible en el que esperamos que su vida aumente y se extienda según nuestras expectativas.